Las ventajas del tejido resistente a los ácidos son significativas. Una de las principales ventajas es su versatilidad para proteger contra una amplia gama de ácidos y sustancias corrosivas. Esto lo hace adecuado para diversas industrias, como la fabricación de productos químicos, el trabajo de laboratorio y el procesamiento petroquímico. Otra ventaja es su compatibilidad con otros equipos de protección individual (EPI) como guantes, gafas y mascarillas. El tejido resistente a los ácidos también es relativamente fácil de limpiar y mantener, lo que permite una vida útil más larga. Además, se puede personalizar para cumplir con requisitos específicos, como la resistencia al fuego o las propiedades antiestáticas.