Además de sus propiedades antimicrobianas, el tejido médico también está diseñado para ser transpirable y resistente a la humedad. Esto ayuda a mantener a los pacientes cómodos y secos, al mismo tiempo que reduce el riesgo de infección. Las telas resistentes a la humedad son particularmente importantes en entornos quirúrgicos, donde los fluidos y otros materiales pueden propagarse fácilmente y contaminar el área circundante.
Otra característica clave del tejido médico es su durabilidad. Los textiles médicos están diseñados para resistir el lavado y la esterilización repetidos, lo cual es esencial para mantener un entorno estéril. Esta durabilidad también ayuda a garantizar que las prendas médicas y la ropa de cama permanezcan en buenas condiciones con el tiempo, lo que reduce la necesidad de reemplazos frecuentes.