El tejido médico se utiliza en una amplia gama de entornos sanitarios, como hospitales, clínicas y centros de atención a largo plazo. Se usa comúnmente en la producción de batas quirúrgicas, cortinas y otras prendas de protección, así como ropa de cama y ropa de cama. Además de su uso en el cuidado de pacientes, el tejido médico también se utiliza en la producción de equipos y dispositivos médicos, como apósitos y vendajes para heridas.